RESILIENCIA

En psicología el término resiliencia refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a tragedias o períodos de dolor emocional.
POR EJEMPLO:Un niño que vive en un ambiente de alto riesgo, en un entorno de manifiesta agresividad que puede conducir al aprendizaje de comportamientos violentos -que pueden empujar a conductas violentas-, tiene que ser detectado precozmente. Así se podrán poner en marcha recursos personales o institucionales que neutralicen los agentes ambientales agresivos y desactiven las actitudes violentas del niño.

Esto significa que se deben buscar con urgencia factores protectores que salvaguarden la integridad física y psicológica y pensar en potenciar o crear factores que puedan de alguna manera contrarrestar los efectos nocivos del riesgo.

La Resiliencia es la capacidad de prevalecer, crecer, ser fuerte y triunfar a pesar de las adversidades. Otra definición -esta vez psicodinámica- de resiliencia es la capacidad de recuperar o mantener un comportamiento adaptado después del daño.

En esta línea, la resiliencia significa que cada persona puede hacer mucho por influir en lo que le sucede, por modificar su propio destino, creando nuevos marcos de referencia.

Factores resilientes son:
Asumir responsabilidades y planificar el futuro: contraer matrimonio y crear una familia estable, por ejemplo.

Independencia y distanciamiento de los focos de riesgo: marcar límites, manteniendo una distancia emocional y física respecto a ellos.

Establecer relaciones compensatorias, formando pareja con personas con sólida experiencia de éxito, o bien integrándose en asociaciones juveniles: culturales, deportivas, religiosas, de ayuda social, etc., que permitan contemplar otra perspectiva de la vida.

Tener iniciativa para hacerse cargo de problemas, ejerciendo control de las situaciones problemáticas y encontrando placer en ponerse a prueba con tareas que exigen responsabilidad.

Generar ideas de creatividad y humor, llegando a descubrir lo cómico en lo trágico, hasta llegar a reírse de uno mismo, transformando experiencias preocupantes en proyectos positivos, con un sentimiento interior de belleza.

Tener ideología personal y moralidad, una conciencia deseosa de llevar una vida auténtica y hacer el bien, extensible a toda la humanidad.